“Better Man”: el biopic más sincero y descarado

Michael Gracey, director de El Gran Showman, nos sorprende con un excéntrico biopic de Robbie Williams, un retrato algo peculiar de la estrella británica del pop protagonizado por un mono.

Robbie Williams nos sigue entreteniendo, al igual que lleva haciendo desde hace décadas, pero esta vez con una película que gira en torno a su vida y trayectoria musical, una cinta que le da un brillante giro a la fórmula clásica del género: quien lo interpreta no es otro que un chimpancé generado por CGI. Una decisión arriesgada que, contra todo pronóstico, resulta increíblemente efectiva, logrando distanciarse de los biopics convencionales que ya hemos visto una y otra vez.

Quienes conocen al carismático Robbie Williams, saben que esto no podría haber sido de otra manera. Better Man desprende ese tono canalla y humorístico que tanto caracteriza al cantante británico, que, sin filtros, saca a relucir los aspectos más oscuros de su vida. Algunos de los himnos más conocidos del artista, como “Feel”, “Angels” o “She’s the One”, sirven como hilo conductor de una trama que profundiza abiertamente en sus luchas personales.

Marcado por la figura ausente de su padre, desde muy joven soñaba con alcanzar el éxito mediante sus canciones. En la película, somos testigos de su apoteósico ascenso al estrellato como integrante de la boyband Take That, pero también de su época más problemática y su tormentosa relación con la fama, que lo sumergió en una espiral de adicciones y depresión mientras combatía continuamente contra ese síndrome del impostor que impregna toda la película. 

Better Man es un espectáculo que sorprende por su gran despliegue visual, con secuencias que nos transportan a los momentos más emblemáticos de su carrera y números de baile cautivadores, culminando en una poderosa actuación del “My Way” de Sinatra. El filme ofrece una historia cruda y conmovedora que consigue conectar profundamente con el público, no solo con sus fans. Robbie Williams se ve a sí mismo como un ser imperfecto, en constante evolución, y rememora tanto las malas decisiones como aquellas personas que lo han marcado a lo largo de su vida. Con todo, lo que está claro es que, a pesar de sus sombras, se ha consolidado como uno de los showmans más grandes e influyentes de su generación.