La Casa Azul: 25 años siendo la banda sonora de la felicidad

Nov 10

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Han pasado 25 años desde la formación del grupo catalán La Casa Azul y lo han festejado en su ciudad natal, con un concierto en el Sant Jordi Club de Barcelona y con un esperado sold out.

Guille Milkyway, cabeza y voz de la banda La Casa Azul, durante su actuación en el Sant Jordi Club. Foto de Raquel Vives (TMN).

La noche del sábado 9 de noviembre, la banda arrancaba su concierto en el mítico Sant Jordi Club, con cerca de 5.000 fans dispuestos a vivirlo todo en una noche prometedora. Ansiosos porque la cuenta atrás que se mostraba en la pantalla llegase a cero, todos gritaron al unísono los últimos segundos del contador con cerveza en mano y ganas de pasarlo bien. El show comenzó con una intro que fusionaba “Una Mañana” y “La Fiesta Universal” y que lo impregnó todo con confetti y buenas vibras.

Guille Milkyway, cabeza y voz de la banda, entonó todos los temas con frenesí y destreza vocal, mérito debido a su talento innato y a los 25 años de pisar y domar los escenarios. Con canciones como “Chicle Cosmos” o “Los chicos hoy saltarán a la pista”, la fiesta inicial desembocó en una gran celebración con globos, humos y llamaradas de fuego.

Un público entregado en el Sant Jordi Club. Foto de Raquel Vives (TMN).

Lo más mágico del concierto fueron, no solo las ganas y el empeño de los integrantes en su actuación, sino como el público recibió a su grupo y disfrutó de lleno cada instante del show. El Sant Jordi Club se convirtió en una postal llena de personas celebrando el amor y la vida, bailando y desinhibiéndose como si nada importara.

Así como con “El Momento”, “Esta Noche Sólo Cantan Para Mí” o “Podría Ser Peor” nadie se atrevió a sentarse para dejar de bailar, con “Yo También” todos rindieron silencio absoluto para apreciar la voz de Guille amortiguada al piano. Y, como lo mejor se hace esperar siempre, La Casa Azul dejó su mítica “La Revolución Sexual” para las últimas, sin que la energía decayera y con la misma intensidad que al principio del concierto.

Y es que, el concierto de La Casa Azul fue una experiencia visual con una buena dosis conceptual futurista y un chute de energía entre temas alegres y letras melancólicas. Después de 25 años dándolo todo, la banda aún se las apaña para dar lo mejor de sí. Siendo así, que los seguidores de Barcelona no vieron a 6 personas sobre el escenario, vieron a un ejército imparable de músicos que ama lo que hace, y por ende, hace lo que ama.