La nueva temporada de “El Juego del Calamar” mantiene la tensión y la crítica social
La segunda entrega de la serie coreana, “El Juego del Calamar”, ha regresado a Netflix con una temporada formada por siete capítulos llenos de emoción, suspense y una buena dosis de sangre. La serie, creada por Hwang Dong-hyuk, fue un éxito mundial en su estreno, en 2021, batiendo varios récords en Netflix.
La premisa de esta nueva temporada da continuidad al final con el que se cerró la primera temporada: nuestro protagonista, Seong Gi-hun (Lee Jung-jae), quiere vengarse de la organización y está dispuesto a cualquier cosa para acabar con ellos. Sin embargo, veremos que para llevar a cabo su plan debe volver a participar en los juegos y sobrevivir.
“El Juego del Calamar 2” lo tenía todo para convertirse en una latosa e innecesaria segunda parte, ya que uno de los elementos que atrajo a los espectadores en primer lugar era el fenómeno de ser algo fresco y novedoso. Partiendo de la base de que la dinámica es similar a la de la primera entrega, la serie sí que ha sabido ofrecer novedades: con diferentes personajes y unos juegos más perversos y sanguinarios.
Por otro lado, las historias de fondo del resto de participantes son un rotundo éxito, ya que gracias a éstas se consigue con naturalidad empatizar con ellos y comprender sus situaciones; la serie nos presenta a una embaraza, movida por la desesperación, o a una mujer de la tercera edad que acude a los juegos para saldar las deudas de su hijo.
Esta empatía será la que juegue en nuestra contra, generandonos intriga y miedo a que cada uno de ellos no consiga sobrevivir a las rondas; cada cual más severa que la anterior.
Si bien esta temporada no es tan asombrosa como la primera parte, los siete capítulos consiguen entretener y nos vuelven a regalar una dosis de realidad, mezclando ficción con una sátira y una crítica social. Los personajes y las decisiones que éstos toman nos vuelven a regalar un retrato deforme de lo peor de la sociedad, mostrándonos lo que es capaz de hacer el ser humano por dinero y movido por determinadas circunstancias.
Y es que, aunque es casi imposible volver a sentirnos como hace tres años cuando presenciamos la primera temporada, la serie consigue regalarnos un ápice de emoción - la suficiente como para quedarnos hasta el final para saber qué ocurre-. Después de esta temporada, ahora queda esperar a la confirmada tercera entrega, en la que todo puede pasar.