Crítica de “Shawn”, el regreso musical de Shawn Mendes
Después de 4 años de espera desde su último “Wonder” (2020), y tras haber atrasado la fecha de lanzamiento, el cantautor canadiense Shawn Mendes acaba de publicar su quinto trabajo de estudio, “Shawn”, un disco honesto en el que la superación y la aceptación juegan un papel fundamental.
Cualquiera que haya estado al tanto de la carrera de Shawn Mendes sabe las complicaciones que ha atravesado en los últimos años: problemas de salud mental, cancelación de conciertos y una larga temporada de sanación sin lanzamientos. Por eso, “Shawn” es el producto de una temporada de dificultades, convirtiendo el dolor y lo incierto en música.
Los singles “Why Why Why” y “Isn’t That Enough” ya nos avanzaban la estética y el sonido general disco, en el que predominan las guitarras acústicas y la producción enfocada en que sonara íntimo y cercano. Si bien “Why Why Why” se movía entre el folk-pop, con pinceladas country, ambos singles trataban de poner el foco en la vulnerabilidad del artista y su sanación a la hora de equilibrar la balanza entre dolor y amor.
El disco nos permite, por lo tanto, meternos de lleno en los pensamientos de Shawn para tratar de entender su posición y, no solo a dónde le han llevado sus decisiones, sino, por qué las ha tomado en primer lugar. Canciones como “Who i am”, que abre el disco casi como un monólogo cantado, o “That’ll Be The Day”, con la que el artista se abre en canal sin temor a explicar sus peores temores, se llevan el broche a mejores temas del disco junto a su último single, “Heart of Gold”.
“Shawn” es sin duda el disco más maduro, y quizás más crudo a nivel lírico aunque la producción dulce y cálida contrarresta la dureza de sus letras. Eso sí, no podemos decir que es su mejor álbum hasta la fecha, ya que el canadiense cuenta con una gran discografía a sus espaldas, como “Illuminate” (2018), que nos regaló hits como “Mercy”, “There’s Nothing Holding Me Back”, “Treat you better” o “Ruin”.
La línea argumental y sonora del disco funciona, ya que todo el conjunto de canciones que conforman “Shawn” consiguen ser cercanas, permitiéndote casi sentir que Shawn Mendes está cantando en la misma sala que tú.