El Cruïlla sube su apuesta con una tercera jornada memorable
La tercera y penúltima jornada del Festival Cruïlla presentó un cartel de artistas consagrados y referentes, como Avril Lavigne y Amaral, destacando su componente transgeneracional.
La tercera y penúltima jornada del Festival Cruïlla se llevó a cabo el viernes 12 de julio con un line up de artistas consagrados y referentes como Avril Lavigne, a nivel internacional, o la banda Amaral, con un componente transgeneracional.
A pesar de que era difícil superar las dos jornadas que llenaron el Parc del Fòrum con artistas de diferentes estilos, el Cruïlla ha superado todas las expectativas con un cartel que consiguió reunir a nada más y nada menos que 22.000 asistentes. El día comenzó de la mano de uno de los grupos españoles revelación que más ha dado de qué hablar este año: Malmö 040. La banda lo dio todo en el escenario Vueling y demostró hasta dónde pueden llegar cinco amigos unidos por la música; spoiler, hasta muy lejos. En el escenario Johnnie Walker fue el cantautor gaditano Gonzalo Hermida el responsable de sopesar las altas temperaturas con su estilo folk rock con el que conmovió a todos en formato reducido e íntimo. Por otro lado, el artista madrileño Depedro dio paso a una actuación memorable en el escenario Occident, repasando sus temas más resonados así como temas más recientes de su último trabajo de estudio “Antes de que anochezca” (2022).
En el escenario Estrella Damm, y venidos desde Inglaterra, la banda de rock británica The Kooks brilló con su propio estilo y conquistó el Cruïlla con su frescura y su naturalidad. Los británicos demostraron en la ciudad condal que son unas leyendas y ofrecieron uno de los mejores directos del día. El dúo barcelonés Eva Sola siguió llenando de complicidad y sensibilidad el escenario Johnnie Walker con un show empastado de armonías y una atmósfera de beats y melodías emotivas.
En el escenario Vueling fue el turno de los vizcaínos Shinova, un grupo de rock alternativo que, al igual que The Kooks, resaltaron con uno de esos directos en los que se logra conectar con el público; lo que desembocó en una complicidad sin precedentes y en un espectáculo con letras mayúsculas. Más tarde, en el escenario Occident, el rapero español Rayden incendió con sus letras provocativas y sus ritmos desenfrenados el Cruïlla, regalando a sus fans un gran último recuerdo, ya que el artista anunció un retiro antes de septiembre de este año. En el escenario Johnnie Walker le siguió Ganges, la reina del nuevo pop, género al que sumerge en la electrónica para dar paso a su característico sonido, en el que el reverb y el delay juegan un papel fundamental.
El público del Cruïlla presenció la actuación histórica, que sin duda marcó la velada, de Avril Lavigne. La Princesa del Pop Punk, que llevaba casi 20 años sin pisar la ciudad, dio una de las mejores actuaciones del festival repasando sus hits, desde “Girlfriend”, pasando por “Complicated”, “Smile”, “What The Hell”, hasta “Sk8er Boi”, con el que las voces del público solaparon hasta la potencia de los altavoces; hecho que no debe sorprender a nadie, tratándose de Avril Lavigne.
El grupo Maestro Espada tampoco se quedó atrás ya que repasó un excelente repertorio en el escenario Vallformosa, terminando su show con un coro de 20 personas que le dieron un brillo y una magnitud diferentes al concierto. Justo al terminar, le tocó a la banda Amaral seguir sumergiendo al público en esa inaudita nostalgia con temas que han resonado en la cultura popular desde sus inicios, consiguiendo la reciprocidad de su público cuando tocaban temas como “Sin ti no soy nada”, “Días de verano”, o el mítico “Marta, Sebas, Guille y los demás”. Al mismo tiempo, la artista belga Selah Sue consiguió ganarse el respeto y el amor del Cruïlla con su sonido reggae y R&B.
Entrada ya la noche, los madrileños La Paloma le dieron caña al festival en el escenario Vallformosa con una propuesta punkie y alocada, en la que himnos como “La edad que tengo” o “No es una broma” certificaron el creciente éxito del grupo. Los británicos Kasabian pisaron el escenario Estrella Damm y hasta que no se bajaron no se disipó ese ambiente cargado de energía y ganas de pasarlo bien. Por otro lado, con una base folclórica y mucha epicidad, Nunatak siguieron alargando una noche inmejorable con un directo estelar. Los penúltimos en actuar en el escenario Vueling fueron Besmaya, una de esas bandas que no deja de ganar popularidad y que, sobre todo después de su show en el Cruïlla estarán en boca de todos. El dúo de pop rock interpretó una larga lista de temazos como “Tu Buen Chaval” o “Gas”, catapultando nuevamente su carrera a lo más alto. Por último, la banda de música electrónica Delaporte cerró uno de los días más agitados y frenéticos que el Cruïlla ha albergado animando con sus canciones a todo aquel que consiguió aguantar hasta las cinco de la mañana y siguió bailando hasta el último compás.
El Festival Cruïlla reunió a 22.000 personas, ofreciéndoles una de las mejores experiencias de sus vidas. Con un amplio abanico de artistas destacados, el evento convirtió ese día en una jornada muy especial. Mira el video a continuación con los momentos destacados de la tercera jornada.